jueves, 15 de enero de 2009

Stronger Than Me (So Broken)

¿CREES QUE NO ME ENOJA VIVIR ENTRE TANTA DROGA PARA SER FELIZ?


Drogas para levantarse, drogas para dormir, drogas para vivir. Y soñar es una droga también necesaria para que el alma pueda vivir.

Vivir. El como vivir me afecta demasiado te diré. Ahora estoy aquí tratando de ver el pozo sin fondo que es donde dejo caer mi mustio cuerpo cada noche y más que una noche, mejor todos estos días que son noche por que la cama ahora es un ataúd, me come y me cierra todo escape.

Pero en fin, así me dejaste, completamente muerta. Sola. Triste y más encima drogada.

Camino para llegar a no se que parte por que se me olvidó. Me dan drogas parta olvidar así que también es común que me pierda hasta para ir a comprar el pan.

Sucedió, mi rumbo cambió, cambió al sin rumbo.

Ya el cerebro comenzó a no hacer la sinapsis correspondiente y lo reemplazo por el corazón. Grande fue su sorpresa a l ver que ahí tampoco no había nada, solo el hoyo correspondiente del escopetazo que dejaste.

Dejaste varias cosas similares al vacío, hoyos tan grandes como un hoyo negro.

Me levanté y me parece haber visto lo mismo hace 5 horas (o quizás era un día y no me di cuenta verlo pasar) ¡Pero que va!, se me olvido que te llevaste mi memoria; las pastillas también.

Me levanto por no hacer otra cosa para que no me trague la cama de dos plazas en la que vivo hace unos meses. Pongo los pies en la alfombra. Hace tiempo que no lo hacía. Hace tiempo no sabía como era el suelo a que sabía sin estar con el cuerpo completo en el como son las caídas. Ahora lo veo de otra perspectiva y me da risa.

Me acuerdo que no me podía el cuerpo ese día (como todos los otros días). En un acto de valor le di anarquía a la cama saliendo de ella caminando. Extraña sensación de alejarse del ataúd por unos momentos y ver que soy como un niño que recién empieza a caminar. Siento mis piernas temblar, no tengo soporte alguno así que con la ayuda de un mueble que estaba por ahí sostengo mi triste humanidad compleja y llena de vacíos. Quizás también te llevaste lo que articulaba mi cuerpo y hasta hoy no me había dado cuenta.

Cierro los ojos y siento la alfombra entre mis pies como la hierba cuando corres descalzo por allá lejos sin horizontes ni fronteras. Ahora imagino que estoy ahí libre otra vez, con los brazos y las manos abarcando toda esa bella inmensidad con la que solo se puede abrazar con la imaginación.

Me doy mil vueltas en la pieza de dos por dos imaginando que son metros y metros, hectáreas, universos.

No me había dado cuenta hace mucho tiempo que tenía todavía un cuerpo que todavía (de alguna cierta manera) podía manipular a mi “antojo” (muy entre comillas).

No había música en la habitación por que también me la usurpaste. Pero ahí no se si habrán sido efecto de las drogas o las ansias de que apareciera en mis oídos la ventana que elevaba la blanca cortina que jugaba con la brisa del viento me lo dio. Me pare ahí a escucharlo, a sentirlo, a sentir que había en el tanto misterio como que yo ahora después de tantos meses en una cama postrada levantara el mustio cuerpo, caminara y le hiciera bien.

No me acordaba por que no me había levantado por tanto tiempo. ¡Ahora me acuerdo!, no había razón alguna. Pero hoy era distinto, el viento me daba una, aunque fuera poca como un recién nacido que solo recibe estímulos yo recibí el mío en ese momento.

“Cosas de dios” por ahí pensé en una metáfora de mi padre que siempre me contó.

Me decía: “¿Como es dios, como sabes que dios existe si no lo puedes ver?” Ahí uno siempre responde lo mismo “no lo sé por que no lo he visto”. Entonces prosigue: “así mismo dios es como el viento, no lo ves pero sabes que esta ahí por que lo sientes, lo respiras, te refresca, te hace bien”. Mmm.....… ahí me senté a pensar en eso detrás de la ventana. No pude evitar soltar un pequeño ¡ja! (me hicieron un jaque mate).

Pude sentir como el viento traspasaba mi cabeza como el hoyo en la pared que veía hace meses en su mismo lugar.

Sentí mi pelo entre las manos mientra sostenía el vacío de la cabeza que solo era un grasoso pelo, mi cuerpo solo cuerpo y mis pensamientos se los llevo…la droga quizás. No lo sé.

“Me parece que hay que darle viento al cuerpo” y bajé las escaleras del segundo piso casi rodando (por que ahí supe que las rodillas estaban sin uso hace mucho tiempo) a darme una ducha.

Hace meses no iba al baño sola. Meses que me dio miedo mis propios actos. Miedo por que mi dolor manejaba mi cuerpo por que mis pensamientos como he dicho ya se fueron. Meses en donde las drogas me hacen levantarme y acostarme. Meses donde la comida y la música no existieron, meses, meses, meses…

Impactarte fue ver que me desvestí frente a ese gran espejo que había en el baño con esas luces en los marcos como de estrella de cine. Impactante fue ver que dejaste marcas más allá de lo permitido. No había palabras para ver lo que vi en ese cuerpo. Tampoco me reconocí.

El esqueleto de huesos se hacía presente y el cuadro era deprimente: piel gris, manos descascaradas, pelo graso, cuerpo sin músculos, estómago pegado a la columna, costillas que reemplazaban a mis pechos y mis pechos…se los llevó el viento.

No tenía piernas, no tenia piel, no tenia nada de lo que yo había cultivado durante estos años de vida. Me lleve una mano a mi boca tapando la expresión de horror. Es ahí cuando me di cuenta que estaban mis ojos ya fuera de sus cuencas por lo flaco, por lo oscuro…. ¡Mis ojos; no vi nada en mis ojos!

Me desconecto un poco de la imagen por que la rompe el sonido del agua caer .Sigo con el plan de meterme a la ducha. Jabono un poco de esto y de aquello, más que nada lo que queda. Pero no pude escapar de mis ojos. De mi cuerpo si, de mis no pensamientos quizás ¿pero de mis ojos? ¡Jamás! No veía nada en mis ojos. ¡Hasta cuando dejé que me carcomieras los ojos, quien mierda te dio derecho, que cosa tan atroz te hice para que me los dejaras secos y sin vida!

Entre la rabia que sentía dejé de concentrarme en mis rodillas y me dejé caer en la loza y de ahí con el agua que me pegaba con violencia grité, grite como nadie ni nunca lo había hecho. Pero nadie escucho por que se me olvido que los gritos eran para afuera, así que fue peor por que como mi cuerpo era un hoyo negro grité mil veces sin sonido, solo gritando para dentro, el grito mas terrible del ser humano, el sin sonido, el donde el chillido no existe, donde ni el cuerpo te acompaña. Solo un grito hacia la nada y la nada es un grito. El grito sordo.

Solo ahí comprendí que el timbre lo llevaba donde sea y que el desierto era más extenso que ninguno en mis tierras. Aunque quisiera limpiar las mías con viento y marea las marcas del dolor no se las lleva cualquiera.


Ahí entendí que el dolor era la droga para levantarme, la droga para dormir, droga para vivir. Y soñar es una droga también necesaria para que el alma pueda vivir.

"Esta fue una historia que conté hace 7 meses atrás. quedó grabada por ahi entre mi no-memoria y se cuenta hoy como las tantas que contaré".

miércoles, 14 de enero de 2009

So Real (Noche de debut y despedida).


Sin querer en algunos rincones de imágenes grabadas en un CD de los tantos que tenía me puse a buscar una imagen en los bancos de imágenes que guardo para mis trabajos futuros. Grande fue mi impresión en que entre tantas fotos, historias, retratos estaba una que conocía más que nada en el mundo (o que solía conocer).
Me quedé pegada unos momentos más como que hubiese tenido un racconto que otra cosa… y realmente hoy me pregunto qué habrá sido de ti.

Pero como bien digo fue, estaba enterrado y ni siquiera recordaba tu cara ni como eras, ni tu cuerpo, tus lunares ni tus bastantes peculiaridades.
Me quede pensando en todo con una cierta incertidumbre y ternura. En lo niños que nos veíamos y los grandes dilemas que se reducían a la nada con un beso que nos regalábamos.
Me rindo al recuerdo con una sonrisa en mi boca y digo:”Castillos lindos”… ¡si, lindos! por que fue lindo ¿sabes? Es como retroceder a 5 años atrás y ver que éramos niños jugando… no se a qué… ni no se cómo… no sé como se te ocurrió también.
El compromiso de estar juntos es algo tan abstracto. Dos personas hacen un pacto de palabra para estar juntos por un tiempo, compartir juntos el uno del otro. Como cómplices, como amantes y amigos. Como…personas no completas, como, como… ¿como? Ya se me olvidó como.
Se dice adiós. A todo. A la nada. A lo oscuro y lo reluciente que fue. Se dice adiós a todo eso y se guarda como una lección ya aprendida, como un recuerdo más en mi gaveta de fotografías en mi memoria.
Miro hacia la muralla el gran lienzo de dos metros recién terminado y sellado. Cierro los ojos; cierro (como en un acto de fe) el cuadro que nos ligaba. Con sus brillos y sus sombras correspondientes, con sus victorias y sus derrotas, con sus alegrías y pesares.
El corazón con sus cavidades profundas y oscuras donde guardan los secretos mas profundos que yo aun no puedo ver ni comprender y también de las luces que le puse en esa época donde todo empezaba con un brillo que jamás imaginé.
Ahora está completo y listo para seguir su camino por que ya aprendió todo lo que tenía que aprender. Los polos opuestos de una gran alegría, los brillos que di a la vibrante carne que latía y la gran pena que es mantener el corazón con las venas ya azules del dolor que produjo el que lo arrancaran de cuajo (por que lo arrancaron malhabidamente, yo no decidí eso).
Sigue latiendo, te informo que sobrevivió. A los golpes de la alegría por que yo para eso no estaba preparada.
Siempre te preparan para las cosas terribles, para las peores tragedias pero a mi nadie me enseño que el amor era una alegría tan incontenible que podría ser la peor amenaza.
¡Que podría saber yo de soportar un amor tan grande con un cuerpito de 17 años que apenas sustentaba los pies en la tierra con sus oníricas pretensiones sobre el amor!
Concretaba cosas, soñaba con las manos pero grande fue mi caída por que grande también fue lo que amé. Todo lo confirma: los cuadros, los años, los recuerdos, la entrega y el perdón. ¿Será esto perdón? Perdón me digo.
La palabra más compleja después del amor. Enigma y paradigma.
Aun así involuntario nació e involuntario se fue. Como todo no hay pena ni gloria que un día no pase de largo y la mía ya pasó. Muchos días fueron complejos pero el luto se acaba con las últimas pinceladas que le di al símbolo sellándolo para siempre con todo lo que es y todo lo que fue. Pero que eso es lo que quedó después de todo. Un cuadro, un símbolo y corazón in- completo.
Completo por que ahora sabe las dos aristas de este juego pero incompleto por que aunque yo no lo quiera siempre tendrá la pretensión de encontrarse con otro juego tan onírico como el suyo. Se acaba pero empieza de nuevo.
Tengo un corazón tan chúcaro que no puede evitar no contemplar la belleza del momento. Ahora ama y mañana no. Quien sabe. Quizás en alguna de esas pueda ser feliz con lo que tiene. Pero insisto no se contenta, es por eso que eternamente seguirá buscando como siempre algún buen final para su propia historia.

Paradójico, es tan abstracto como traer los sueños a la realidad.

Saludos y buenas noches.

domingo, 11 de enero de 2009

“Entre rejas”

-Tienes la facilidad de hacerme llorar. De sacarme la felicidad de cuajo y hacerme sentir una idiota por eso. Como que sentirse feliz fuese algo que no entendieras.
Que pena, que pena, que pena.

Tienes un repertorio de mentiras; tantas e innecesarias que nunca me tragué y nunca te lo dije.
Tienes la habilidad de sentirme culpable por todo, hasta por que respiro, lo que anhelo, lo que siento. ¡Maldita sea! Como puedo amarte si aun me sigues haciendo tanto, tanto daño, pero sigo queriéndote ¡no se como! pero sigo fiel incluso con cada golpe que me das. …Un miedo atroz.

Ahora estás en la cárcel y yo te miro desde las miles de rejas que nos separan. Me haces señas que estás ahí entremedio de ellas con la sábanas blancas que te di ese día que nos casamos... ¿te acuerdas mi amor?. Ese día yo era feliz y tu también. Me acuerdo de la promesa que hicimos frente al altar:”hasta que la muerte nos separe”. ¡Ja!, que ironía; eso también me lo decías mientras me golpeabas... La última vez casi lo logras.
Es por eso que te escribo. No puedo seguir así. Sé que tendré que botar más de mil cosas que nos unían, que me hacían recordarte con el amor más puro que tuvimos. Pero esta vez el ángulo de la vida giró y me dio otra perspectiva.
Nunca te lo dije pero pensé que el amor que yo sentía podría cambiarlo todo: los malos tratos, los golpes, todo.
Que ingenua fui, fue mi torpeza y lo asumo; solo que esta vez la torpeza será mi estandarte para decirte ya no más y se acabó.
Ahora la apuesta va por mí.

Saludos desde la distancia

Lina

nota al pié de pagina: "esta fue una de las tantas cartas que encuentro mirando al suelo cerca de la carcel de san miguel. hay cartas que se dejan en las rejas y se recojen, otras no y son leidas.

yo la pisé. la lei y la deje en su reja correspondiente.
no es textual por que realemente no me acuerdo muy bien sobre los personajes pero si de la historia.

deberia habermela quedado quizas pero tal vez llego a su destinatario."

sábado, 27 de diciembre de 2008 a las 13:54